El ciclo de la violencia es una de las explicaciones de por qué muchas mujeres retiran las denuncias por malos tratos a sus parejas puesto que denuncian en la fase aguda, pero luego ven una pareja arrepentida y que promete cambiar, confiando en sus promesas, justificando la violencia y achacándola a problemas externos.

El ciclo puede repetirse durante un tiempo indeterminado, siendo la duración de cada una de las fases variable. Generalmente se va reduciendo poco a poco la fase luna de miel hasta que desaparece, y solo quedan las de acumulación de tensión y explosión de violencia.

Aunque no siempre está presente este ciclo, suele darse una alternancia entre fases de violencia y buen trato o al menos de no violencia.

Cuantas más reconciliaciones y segundas oportunidades se le dan a la pareja para que cambie, entendiendo que será capaz de aprender de sus errores o medir el daño que está causando, lo que ocurre es todo lo contrario, considera que “no puedes vivir sin él” y mantendrá su conducta maltratante cuando algo o alguien le haga sentir enfado.